Todos oímos en algún momento que no tenemos la posibilidad de querer a el resto si no nos amamos a nosotros primero. Pero enamorarse no es sencillo. Para conseguirlo, debemos trabajar para conocernos bien. Supone entender nuestra historia de vida, estudiar de ella y, mucho más difícilmente, admitirla. Además de esto, es esencial tomar en consideración que nuestros escenarios de conocimiento y autovaloración son claves en el momento de seleccionar pareja.
Géneros de pareja
Desde los primeros años de nuestra vida aprendemos a relacionarnos con el resto. Primero, nos enlazamos con nuestros progenitores y el resto de la familia. Son nuestro primer ejemplo de vínculo sensible. Desde el primer minuto observamos y aprendemos de qué manera nos tratan y de qué manera se relacionan entre ellos.
De a poco vamos ampliando nuestro círculo popular. Conforme medramos conocemos a mucho más personas, hasta el momento en que por último hacemos nuestra primera decisión de pareja y con ellos, nuestra primera relación sentimental.
¿Tenemos la posibilidad de trabajar en querernos como pareja?
Ya que cultivar el cariño propio es un desarrollo, quizás te preguntes si es viable progresar en el cariño propio en una relación romántica. Tras todo, la meta es entrenar el cariño propio durante su historia, con lo que su avance asimismo se superpondrá con el de sus parejas.
Tener un fuerte sentido de amor propio en una relación es de las mejores formas de prepararse para el éxito. Y más allá de que puedes desarrollar el cariño propio en una relación, es esencial distinguir entre medrar con tu pareja y confiar en ella a fin de que te dé una falsa sensación de seguridad.
Aprende a disculparte a ti
Entre las primeras cosas que tienes que estudiar para acrecentar tu autovaloración es disculparte a ti. Deja de leer y trata de determinar de manera rápida el perdón. Lo mucho más posible es que lo hayas definido como “el acto en el que se dejan atrás los rencores y pensamientos malos hacia alguien”.
Esta es una definición válida, si bien perdonar no se habla solo de dejar atrás acciones o expresiones hacia alguien. Es imposible deshacer, siempre y en todo momento va a estar ahí. Puede, sí, llegar a un convenio con ellos, entenderlos en contexto y entender que no deben condicionar su forma de meditar o sus sentimientos.
Date un capricho
Ahora te hemos mencionado lo anterior (con suerte), pero aquí hay otro recordatorio: ¡cuidarse no es egoísta! Prosiga el consejo que le daría a un amigo agotado, a un cónyuge con exceso de trabajo o a un compañero intranquilo: ¡tómese el tiempo para cuidarse! Entre las partes mucho más ignoradas de nuestra práctica de confort es el precaución personal: piense en masajes, tratamientos faciales, acupuntura, ventosas, etcétera. Acostumbran a considerarse antojos innecesarios, en el momento en que de todos modos nos asisten a sostener una aceptable salud física, fomentar la restauración, y respaldar la buena posición, la salud de la piel y mucho más.