El sentimiento de inseguridad en una relación puede aparecer por distintos fundamentos. De manera frecuente, la inseguridad puede venir desde adentro. Por servirnos de un ejemplo, puede empezar por no sentirse lo bastante, equipararse con el resto, mirarse a sí mismo de forma crítica o haber tenido malas vivencias románticas anteriormente.
En un nivel mucho más profundo, asimismo puede tener relaciones con nuestra historia de vida, singularmente la relación con nuestros progenitores o cuidadores. Si el cariño que recibió fue inconsistente y también impredecible, posiblemente le resulte mucho más bien difícil sentirse seguro en sus relaciones. Además de esto, es mucho más posible que seas sensible a los cambios sutiles en la actitud de tu pareja hacia ti y de forma automática imagines un inconveniente en la relación.
¿Por qué razón padecemos de inseguridad sensible con nuestra pareja?
Ciertas causas más frecuentes para ello tienen dentro:
- Algo traumático que nos sucedió hace bastante tiempo, reiteradamente u esporádicamente, pero que no entendemos recuerda siempre. Es común que la cabeza bloquee algunos recuerdos que tienen la posibilidad de dañarnos, pero eso no quiere decir que haberlos experimentado no haya dejado lesiones en nuestra seguridad. En ocasiones aun recordamos algún hecho que nos ocasionó enorme tristeza, desesperación o angustia extrema, pero no lo conectamos con la inseguridad de hoy que nos carcome. No obstante, para encararlo apropiadamente, debemos comprender por qué razón ha surgido esta inseguridad sensible en nuestras vidas.
¿Qué llevar a cabo si la inseguridad llama a la puerta?
Mucho más que las infidelidades y las diferencias personales, los especialistas coinciden en que la inseguridad puede ser la única razón de peso para romper con una relación que de otra manera habría tenido un futuro refulgente. En consecuencia, si tú o tu pareja muestran una personalidad dudosa, es esencial que estén preparados para charlar, para abrirse absolutamente a las pretensiones y sentimientos del otro y llegar a un punto de reconciliación.
Las relaciones inseguras están condenadas sencillamente pues no puedes realizar un deber en un largo plazo con alguien que siempre y en todo momento está ajeno. la ofensa. Por suerte, hay una solución para las inseguridades en una relación, y no es dependiente en lo más mínimo de las resoluciones o hábitos del resto sino más bien de nuestra intención de cambio.
No dejes que tu imaginación confunda la verdad.
El autocastigo y los recuerdos negativos del pasado tienen la posibilidad de jugarnos una mala pasada. Recrear regularmente algo que sucedió o podría ocurrir puede confundirnos con lo que verdaderamente sucede. Es este esfuerzo por imaginar qué sucedería si volviese a pasar o si las cosas fuesen de esta manera o asá lo que nos confunde.
Pero, frecuentemente, esta inseguridad fundamentada en lo que podría ser no viene de nuestra experiencia, sino más bien de las vivencias de otra gente que hemos presenciado o, peor aún, de la educación que recibimos sobre lo que se «piensa» que es una relación; ideas fundamentadas en las vivencias de otros desde un criterio que no posee por qué razón ser el nuestro.
De qué manera nos sentíamos con otras relaciones
Un punto primordial para comprender por qué razón sentimos esta inseguridad va a ser entender las relaciones pasadas vividas. Y no utilizamos el término «relaciones» (en vez de «parejas») por incidente. Aquí asimismo debemos integrar las relaciones con otras figuras de apego importantes como progenitores, abuelos, mejores amigos, etcétera.
Si estas relaciones tuvieron malas vivencias como infidelidad, abandono, traición, abuso, etcétera. toma eso presente